Michael Schumacher ha sido el piloto más dominante en la historia de la F1. El récord de cinco títulos mundiales de Juan Manuel Fangio estuvo en pie durante cinco décadas, hasta que llegó el Kaiser
y logró siete títulos en sus 16 temporadas que estuvo en todo lo alto,
reventando de paso casi todos los records existentes. Pero aunque tiene
los mejores números de la historia y su brillantez al volante está fuera
de toda duda, su poca ética, deportividad y el "todo vale" por ganar
han empañado su trayectoria deportiva.
Michael nació cerca de Colonia en 1969 seis años antes que su hermano
Ralf, que también compitió en F1. Sus padres llevaban el circuito de
karts de Kerpen, y en ese ambiente Michael ya disfrutaba de ellos a los 4
años. Nada más cojer uno con motor, se estrelló contra una farola, pero
no tardó en aprender a dominarlos. A los seis años ya ganó su primer
campeonato y el apoyo de patrocinadores le permitió seguir progresando
rápidamente. A los 18 años ya había sido subcampeón del mundo junior,
campeón de Alemania y de Europa, para pasar a los monoplazas y ser
campeón de la F3 alemana en 1990, año en el que fue contratado por
Mercedes-Benz para pilotar sport-prototipos.
Su debut en F1 fue en 1991, cuando Eddie Jordan le llamó para sustituír
en el Gran Premio de Bélgica a Bertrand Gachot, que no podía participar
por estar en prisión. El novato Schumacher acudió, y en el complicado
Spa-Francorchamps que no conocía dejó a todos impresionados, siendo más
rápido que su compañero Andrea de Cesaris. Logró un brillante 7º puesto
en calificación y en la primera curva de la carrera adelantó a dos
coches, pero en la subida a Eau Rouge, problemas en el cambio le
obligaron a retirarse. Tampoco hubo mayor problema, debido a que lo que
hizo hasta entonces le bastó para que Flavio Briatore le llamara de
inmediato para pilotar ya en la próxima carrera el Benetton-Ford.
En 1992, su primera temporada completa de las cuatro que pilotó con
Benetton, ya venció un Gran Premio, precisamente el de Bélgica, para
terminar la temporada en una meritoria tercera posición, por detrás de
los superiores Williams de Mansell y Patrese. Después llegarían otras 17
victorias y dos títulos mundiales, el de 1994 y 1995. El primero, en la
temporada marcada por la muerte de Ayrton Senna,
fue muy polémico por las sospechas que había sobre irregularidades
técnicas en el Benetton y porque en la última carrera, en Adelaida,
Schumacher no dudó en chocar intencionadamente con el Williams de Damon
Hill para ganar el campeonato por un punto. En 1995, el primer campeón
alemán de F1 fue superior a todos los demás y no necesitó de sus
"artimañas" para lograr su segundo título.
Y entonces llegó la etapa Ferrari. Un binomio, el Schumacher-Ferrari,
tremendamente largo y exitoso. Ferrari se encontraba entonces sumida en
el caos y sin ningún campeonato en sus vitrinas desde el de Jody
Scheckter en 1979. Y no empezó mal la relación, con tres victorias en
1996 y cinco en 1997, pero en la última carrera de 1997, en Jerez,
Michael se jugaba el título con Jacques Villeneuve y quiso volver a
ganarlo como en 1994, golpeando el coche de Villeneuve cuando éste le
estaba adelantando. Pero esta vez le salió el tiro por la culata, se
tuvo que retirar él y Villeneuve continuó para ganar el campeonato.
Además, la FIA sí que apreció esta vez la intencionalidad de Michael, y
le quitaron todos los puntos conseguidos durante el año. Ni que decir
tiene que la maniobra fue duramente criticada por todos, y siendo
repetitiva no quedaban dudas ya de que era un piloto capaz de lo mejor y
de lo peor.
En 1998 fue segundo por detrás del McLaren de Mika Hakkinen,
y en 1999 su temporada fue interrumpida por un accidente en el Gran
Premio de Gran Bretaña en el que se fracturó la pierna (su única lesión
en su carrera automovilística). Pero Michael se recuperó para volver con
más ganas y a partir del año 2000, no hubo otro color más que el rojo
de Ferrari. Se convirtió en el primer campeón de Ferrari en 21 años, y
volvió a repetir hazaña cuatro temporadas consecutivas más. En 2002
logró 11 victorias, en 2003 superó el récord de Fangio con su sexto
título, en 2004 ganó 13 de las 18 carreras para lograr su séptimo título
con gran diferencia...un verdadero "killer", en una racha bestial.
En 2005 el Ferrari no estuvo a la altura, logrando Fernando Alonso su primer título en dura lucha con Kimi Raikkonen. En el 2006, su última temporada como piloto de Ferrari superó el record de Pole Positions que estaba en poder de Ayrton Senna y
luchó por el título pero no pudo con Alonso, que volvió a estar
soberbio. Pero lo peor es que aquel año, Schumacher demostró que las
críticas a su juego sucio le importaron más bien poco. En la
calificación del GP de Mónaco, Michael estaba en poder del mejor tiempo,
pero Alonso venía mejorando sus parciales y Michael simuló un problema y
aparcó su coche en mitad de La Rascasse para impedir que el asturiano
mejorara su tiempo. ¿Tenía el piloto con mejores números de la historia
la necesidad de hacer algo así?
Lo que no se puede poner en duda son sus
tremendas virtudes. Su ambición, inteligencia, confianza, motivación y
determinación están fuera de lo común. Quizás lo que más lo distingue de
otros campeones y lo que le ha permitido estar tantos años en la pomada
de este deporte sean su pasión por las carreras y una búsqueda
interminable de la mejora. Con un talento extraterrestre, una increíble
sensibilidad para encontrar los límites del coche y los suyos propios,
una adaptación excelente a las circunstancias cambiantes y una forma
física impresionante, era capaz de ir en el límite absoluto vuelta tras
vuelta. Además era capaz de transmitir una extensa y acertada opinión a
sus ingenieros sobre los cambios que necesitaba su coche para mejorarlo.
Ningún piloto ha hecho tanto por la Scuderia Ferrari y todos los
campeonatos que lograron juntos no fueron por casualidad. Su capacidad
de trabajo era inagotable y conocía la importancia de hablar con todo el
personal del equipo, motivarles, contagiarles su optimismo y energía,
formando un equipo totalmente dedicado a él.
En el 2006, con 37 años, seguía estando
en plenas condiciones de seguir luchando por títulos a pesar de que
ningún otro campeón estuvo tantos años entre los mejores. Pero se cansó
del tremendo esfuerzo que le suponía intentar ser el mejor, y decidió
colgar el casco, continuando unido al equipo al que prometió amor
enterno.
Michael disfrutó de su retiro con su
esposa Corinna y sus hijos Gina-Maria y Mick, pero la pasión por las
carreras y la búsqueda de nuevos retos le llevaron a pilotar motos.
Resulta cuando menos curioso que una de las personas más ricas del mundo
se juegue el tipo sobre una moto de carreras después de haberlo ganado
todo en la F1...
Pero en el 2009 le tentaron demasiado.
Primero fue Ferrari la que le ofreció sustituir al lesionado Felipe
Massa. Entonces, una lesión en el cuello producida por un accidente en
moto en el circuito de Cartagena le impidió hacerlo, lo que le dejó
según sus allegados hundido. En noviembre tuvo una segunda, era Ross
Brawn, el hombre que siempre había estado junto a él y que había ganado
los títulos de pilotos y constructores del 2009. Además el equipo había
sido comprado por Mercedes-Benz, la marca alemana que le ayudó a entrar en la F1, y Schumacher no se pudo resistir.
El retorno a la F1 en 2010 fue más duro
de lo esperado. Descontento con el comportamiento del Mercedes W01 no
fue capaz de competir contra su compañero Nico Rosberg en calificación,
y salir desde posiciones retrasadas comprometió sus carreras. Fue
mejorando poco a poco, pero tres cuartas posiciones y la novena posición
final en el campeonato fueron una decepción, o quizás fuera que las
expectativas depositadas en él eran demasiado elevadas visto cuánto
había cambiado la F1 desde la última vez que había competido.
En 2011 su mejora fue notable, casi
igualando a Rosberg en la clasificación final del campeonato, pero el
coche seguía estando lejos de los tres equipos punteros, así que la
cuarta posición que logró en Canadá puede considerarse como un buen
logro.
1999
Accidente de 1999F2000
ShumacherF 2001
F 2002
Ferrari F2006
F2007F2008F2009F2010
Larga de de Australia (Melbourne)
Traspaso de Shumacher a Hakinen
Prensa alemana se rinde a Vettel y Schumacher
La prensa alemana rindió un homenaje unánime a sus estrellas de
Fórmula 1, Sebastian Vettel, triple campeón del mundo, y Michael
Schumacher, quien se retiró dejando atrás un palmarés de siete títulos.
La locura Vettel, titula en primera página el diario Bild.
En homenaje a su campeón, el rotativo transforma todas las 'F' y 'W'
en 'V', como el signo de la victoria y la inicial del apellido del
campeón.
También rinde homenaje a Michael Schumacher, quien corrió en Sao
Paulo su 307 y última carrera en Fórmula 1, publicando una foto de los
dos campeones juntos.
"Vettel ahora tú eres un dios de la carrera", lanza Bild en sus paginas deportivas tras este tercer título.
"Fin de una carrera dramática: pese a un accidente poco después de la
salida, Sebastian Vettel se convirtió en campeón del mundo de Fórmula 1
por tercer año consecutivo, en el Gran Premio de Brasil", constata el
diario de centro-izquierda Süddeutsche Zeitung en primera página.
En sus páginas deportivas, dedica un editorial al tercer título
seguido del campeón de 25 años, titulado: "Como Fangio y Schumacher".
"En 62 años de Fórmula 1, solo otros dos pilotos lograron algo así:
Juan Manuel Fangio (1954-56) y Michael Schumacher (2000-2002). Que
Vettel alcance ya ese palmarés a sus 25 años y sea de lejos el más joven
en hacerlo, muestra el potencial de este corredor", estima el SZ.
Según el diario, Sebastian Vettel fue el mejor durante la segunda
mitad de la temporada, con cuatro victorias en las siete últimas
carreras.
"Campeón del mundo tras una carrera loca", exclama en primera página el diario conservador Die Welt, que estima que ganó gracias a sus nervios de acero.
Die Welt dedica otra página a Michael Schumacher, titulada "Chapeau y gracias".
El diario liberal Frankfurter Allgemeine Zeitung festeja
también a los dos héroes: "campeón del mundo tras segundos de pánico",
escribe sobre Vettel. "Michael - Gracias y Adiós", lanza sobre la
retirada en Brasil de Schumacher, añadiendo "bajo la lluvia, el campeón
del mundo de todos los records es séptimo".
En su editorial, el FAZ recuerda que los triunfos en Fórmula 1 son solo posibles si el equipo trabaja perfectamente unido.
Entrevistado por la segunda cadena pública alemana ZDF, Ralf Schumacher estimó que Vettel "tiene el potencial" de hacerlo tan bien como su hermano Michael.